La rana en el caldero:

Leía en el libro de fabulas de Oliver Clerc la curiosa historia de una ranita que se había caído en un caldero, y de cómo no se dio cuenta que estaba hervida. La historia te pedía que te imaginases una cacerola llena de agua fría, en la cual nadaba tranquilamente una pequeña ranita. Se enciende un pequeño fuego bajo la cacerola, y el agua comienza a calentarse lentamente.
Muy despacio se va poniendo tibia, y la ranita se va encontrando muy cómoda en esa agua tan agradable y sigue nadando plácidamente.
La temperatura del agua sigue subiendo…. y ahora el agua está caliente, más de lo que desea la ranita, y se siente un poco cansada, pero eso no llega a asustarla.
Poco a poco el agua se va poniendo verdaderamente caliente y la ranita comienza a encontrar esto desagradable, pero está muy debilitada; entonces aguanta y no hace nada.
La temperatura continúa subiendo, hasta cuando la ranita termina simplemente… cocinándose y muriendo.
Si la misma ranita hubiera estado metida directamente en el agua a 50 grados, con un golpe de sus patas inmediatamente habría saltado fuera de la cacerola.
Como se parece el cigarrillo al agua del caldero…. Si cuando lo probaste por primera vez, te hubieses fumado la cantidad de cigarrillos que te fumas en un día, ¡Sin duda, no lo habrías repetido nunca más esa experiencia!
¡Observa como de la misma forma que el agua llega muy lentamente a la ebullición, así el cigarrillo ha tomado el control sobre tu vida!

